Extraido de Las Ardillitas de Lalo Guerrero. Feliz Navidad.
Era noche buena,
los niños dormían
y en toda la casa
ni un ruido se oía.
Un que otro ronquido
pero ni una voz,
todos esperaban
a Santa Claus.
Un lindo arbolito
mamá había dejado
en medio de la sala
muy bien decorado.
Faltaban minutos
ya para las dos
y ansioso esperaba
a Santa Claus.
Pánfilo: Cuando de repente
un relajo escuché,
salté de la cama
y la bata me eché.
Me fui a la ventana
y ahí en la banqueta.
Demetrio/Anacleto: Estaba Santa Claus.
Pánfilo: No. Venía bien borracha mi tía Enriqueta.
Demetrio/Anacleto: ¡Oh, no, no, no!
Pánfilo: Se metió a la casa
y tumbó un arbolito,
pulsó la guitarra
y aventó este grito.
¡Ay, qué laureles
tan verdes!
¡Qué rosas
tan encendidas!
Pánfilo: No, tía no.
No es laurel, es pino.
Demetrio/Anacleto: ¡Oh, no, no, no!
¿Y luego?
¿Qué pasó?
Me quedé yo pensando
muy triste y solito,
cómo Santa Claus
me iba a traer juguetitos.
Con todo el relajo
lo iban a asustar
cuando de repente
yo solí escuchar.
Pánfilo: Así, a lo lejos,
oía campanitas
que alegres
sonaban en la mañanita.
Me fui a la ventana
y esta vez ya veo
a la luz de la luna
llegar un trineo,
jalado por ocho preciosos venados,
mientras un gordito,
muy decolorado
gritaba:
-¡Abusados allí
mis venados!
Parense aquí
que ya hemos llegado.
Pánfilo: Y luego cantó así.
Yo cruzo fronteras
y sin pasaporte,
yo soy Santa Claus,
vengo del Polo Norte.
Para los chiquillos
yo traigo juguetes
y para los grandes
hoy pos sorbete.
Se subió a su trineo
y se fue luego, luego.
Cantando
"Feliz navidad
y feliz año nuevo"
Feliz navidad, happy new year,
feliz año nuevo, feliz navidad
¡Ah, mis marimbas!
Je je je je je.